viernes, 28 de agosto de 2009

Primera lectura TEORÍA I. "¿Qué es hoy "moderno"?"

¿Qué es hoy “moderno”?

La arquitectura en una sociedad radicalmente modernizada

ULLRICH SCHWARZ

Cámara de Arquitectos de Hamburgo / Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM

La crisis de legitimación de la arquitectura se ha hecho más que evidente. Desaparecidas las pautas estilísticas, yace ahora ante nuestros ojos, impúdicamente desnuda, la emergencia argumentativa: la arquitectura debe decir qué es, y por qué es como es.

Cuando se van desvirtuando, perdiendo vigencia y fuerza persuasiva los acervos tradicionales de la sociedad, las estructuras de valor de la cultura y las imágenes consensuales del ayer, hoy y mañana, y por ende los modelos argumentativos confiables y profesionales, resulta pertinente compensar el desconcierto que van causando estas pérdidas con desbordamientos argumentativos y deductivos. Hace unos diez años, aún se podía caracterizar el estado del discurso arquitectónico con el siguiente enunciado: “No faltan las palabras cuando ceden los fundamentos.” Pero hoy la situación es totalmente diferente; desde hace algunos años se está expandiendo más bien una extraña forma de silencio. La producción de enfoques perspectivistas sustanciales parece haberse detenido en mayor o menor grado, conviviendo con las existencias dadas y nutriéndose de ellas, cada vez menos convincente y cada vez más insípida. Las grandes figuras ejemplares del discurso arquitectónico internacional, tales como Eisenmann o Koolhaas, aportaron sus últimas contribuciones realmente relevantes a principios de los noventa, y desde entonces (como recientemente dijera Eisenman, refiriéndose a Koolhaas) se ejercitan en el arte de eludir una respuesta.

El proyecto delineado a gran escala por Eisenmann, de los diez encuentros interdisciplinarios de ANY (Architecture New York) realizados entre 1990 y 2000, ha sido hasta ahora el último intento, y el más dispendioso y exigente, para localizar el papel y la función cultural y social que desempeña la arquitectura contemporánea. Pese a una movilización verdaderamente vertiginosa de las grandes personalidades de la arquitectura y del mundo intelectual, este intento finalmente ha fracasado y prácticamente no ha surtido efectos; una opinión que también comparten los mismos organizadores y participantes. Entre otras cosas, una vez más se pudo comprobar que el “sistema estelar”, aplicado sobre sí mismo como técnica de conferencias, no conduce a nada más que a la muestra de la pluma más exquisita de cada protagonista en la pasarela de las vanidades. Pero el hecho de que los encuentros de any no hayan producido análisis claros ni perspectivas realistas para la arquitectura contemporánea, en el fondo parece tener razones bien objetivas. O para decirlo de forma polémica: el discurso arquitectónico actual muestra cansancio, los nombres y conceptos conocidos, todos ellos concebidos en los ochenta, ya dejaron de servir como orientación valedera. Como si se tratara de una manzana demasiado madura, olvidada en la cosecha y que sigue en su sitio esperando a los gusanos, como si fuera un espectro de tiempos remotos, finalmente nos encontramos con Latente Utopien, la exposición presentada el año pasado por Zaha Hadid y Patrick Schumacher en Graz, Austria. Una vez más, el patetismo de lo visionario e innovador celebraba solemnemente su resurrección, aunque con una retórica ya desgastada. El acto que presenciamos podría haber sido aceptable como ejercicio de relaciones públicas para una determinada línea de productos arquitectónicos, pero en realidad era un canto de cisne. Así, en el prefacio del catálogo, los curadores exponen: “La interrogante nuevas necesidades, exigencias y objetivos que podría abordar la nueva arquitectura de cara a la sociedad moderna sigue sin obtener respuesta.”1

La “sociedad moderna” ya tampoco parece ser lo que ha sido. Antes, la arquitectura y la sociedad modernas se presentaban en una perfecta armonía; en aquel entonces, cuando los héroes aún se llamaban Gropius, Le Corbusier y Mies van der Rohe. Hoy ya no sabemos exactamente cuál debe ser el significado de “moderno” en la arquitectura.

Históricamente, el concepto de “arquitectura moderna” no se ha desenmascarado únicamente como producto de una propaganda organizada, cambiando del singular al plural, puesto que la arquitectura moderna se manifiesta, sin ninguna duda, en un gran abanico de variedades. Pero si se nos preguntara cuál es hoy la esencia —y no la manifestación— de una arquitectura que merezca la calificación de moderna, tendríamos dificultades en contestar la pregunta. No resulta demasiado sorprendente que esto también se deba a las dificultades de precisar el concepto de “sociedad moderna” hoy, a principios del siglo xxi, y no en 1910, 1920 o 1930. Y por eso, hoy contamos con una serie de estrategias de mercadotecnia para el branding de determinadas marcas de arquitectura, provistos de una fuerte y embriagante retórica de la impresión, pero desprovistos, en realidad, de una idea confiable de lo que es y puede ser la arquitectura en el contexto social de nuestros tiempos.

Mientras que en los ochenta unos críticos bien intencionados aún trataban de restarle importancia a la situación aplicando el concepto del pluralismo, el peligro de la arbitrariedad se está evidenciando hoy con toda su radicalidad: todo podría ser, asimismo, completamente diferente. La inconsistencia y la transitoriedad son el precio que pagamos por lo que, formulándolo positivamente, podríamos definir como “incremento de opciones”. ¿Está amenazada la arquitectura con una pérdida duradera de relevancia cultural? ¿Se convertirá en una parte de la producción de imágenes centelleantes, iluminándose para los famosos quince minutos de Warhol, efímera, sin relevancia social, reducida meramente a rellenar brechas, a decorar las secuelas que ha dejado el flujo internacional de capitales? Rem Koolhaas recetó una vez una light architecture; ¿pero cuán ligera podrá ser esta arquitectura? ¿Hasta llegar a la ingravidez y autoevaporación cultural? ¿Cómo evitar, entonces, la arbitrariedad y el cinismo?

Cuando preparamos la exposición Neue Deutsche Architektur, que se exhibió por primera vez en Berlín en 2002 y que recorrerá el mundo durante los próximos años, muy pronto tomamos conciencia de que la arquitectura alemana contemporánea ya no tiene un común denominador ni tampoco una denominación de estilo. Lo que a primera vista parecía ser lo más lógico, que era darle el nombre de pluralismo a esa diversidad formal, al mirarlo de cerca ya resultaba demasiado banal y sobreentendido. Estaba claro que no se podía negar la evidente pluralidad de enfoques y posiciones arquitectónicas. No obstante, creemos que también es innegable que detrás de ese polimorfismo formal se esconde, pese a todo, algo así como un espíritu compartido, aun que no programático: un Zeitgeist común. Las raíces de esta comunión no se muestran en la superficie de la visibilidad arquitectónica, sino que, según nuestra hipótesis, se encuentran en el área sociocultural. Y por eso, apoyándonos en conceptos actuales de las ciencias sociales, llegamos a hablar de una arquitectura de modernidad reflexiva.

En este sentido, la modernidad debe entenderse naturalmente en un contexto sociohistórico, y no en un contexto de historia estilística como categoría de la historia del arte y de la arquitectura. El concepto de la modernidad reflexiva o segunda modernidad ha sido aportado a la discusión alemana por el sociólogo Ulrich Beck y otros en los noventa. Por lo pronto, hicimos simplemente el intento de transportar algunos elementos de este concepto al campo de la arquitectura contemporánea, en una forma seguramente aún muy primitiva y poco elaborada.

En un sentido más amplio, la modernidad probablemente siempre haya sido reflexiva. No obstante, con el concepto de modernidad reflexiva se intenta describir algo nuevo, tratando de comprobar las condiciones básicas de una situación social que ha perdido sus sobreentendidos, certidumbres, tradiciones y rutinas aseguradas, y que sigue perdiéndolas constantemente. En este contexto, el sociólogo inglés Anthony Giddens habla de “desanclaje”.2 La ambivalencia inherente al Proyecto Modernidad se está convirtiendo en un centro de interés; la modernidad ya no es sinónimo de una historia de éxito solamente, pues también lo es de un proceso de crisis. La modernidad no sólo genera emancipación y progreso material, sino asimismo —y no casualmente— situaciones problemáticas y exposición a riesgos inmanentes al sistema. La segunda modernidad reconoce ahora sus propios peligros y zonas de inseguridad, y reacciona frente a estos conocimientos. Se vuelve reflexiva.

Si partimos de la suposición de que la teoría de la modernidad reflexiva analiza correctamente algunas tendencias centrales de la sociedad actual, tendremos que aceptar que la arquitectura no podrá sustraerse a esta situación, la de una modernidad cambiada; pero sin adoptar, necesariamente, una actitud programática frente a lo que denominamos modernidad reflexiva. Cabe mencionar que no existe ninguna nueva orientación arquitectónica que lleve este título. La modernidad reflexiva no es un estilo; pero después de todo, la actual producción arquitectónica permite realizar algunas observaciones básicas que muestran, al menos, una cierta correspondencia con el concepto de la modernidad reflexiva. Entre estos rasgos reflexivos del desarrollo actual de la arquitectura podrían enumerarse las siguientes tendencias:

• El fin del singular. Ya no existen estilos individuales dominantes que se sucedan en sus respectivas épocas; hoy tenemos una coexistencia polimorfa con una igualmente amplia diversidad de límites disueltos, mezclas y superposiciones. La evolución darwinística, por así llamarla, está más bien siendo sustituida por una disposición libre de todos los estilos. La doctrina pura está siendo desplazada por la impureza, del purismo pasamos a la inclinación por los híbridos.

• El distanciamiento de programas dimensionados a gran escala que recarguen la arquitectura con mensajes poderosos y cometidos exigentes. También la arquitectura desconfía de los grandes relatos.

• El fin del vanguardismo. Ante la pérdida de un itinerario por la historia universal que marque una pista del progreso en el espacio del futuro, naturalmente será engorroso colocarse a la cabeza del movimiento, dadas las dificultades de comprobar con certeza dónde está la delantera.

Así, las categorías de lo nuevo, lo innovador, lo visionario o incluso lo utópico se están devaluando sensiblemente. Por cierto, esto también rige para el vanguardismo estético, en la medida en que se haya consagrado a los objetivos de una nueva visión, distanciamiento y cambio en los hábitos de percepción. Esta posición se vuelve obsoleta cuando la sociedad misma se convierte en un agente inalcanzable de la transformación continua y, como dice Giddens, del desanclaje permanente. La sociedad se convierte en su propia vanguardia.

• Como consecuencia del desarme programático general, también ha perdido actualidad el concepto de “la gran diferencia”. Animado, no en último lugar, por el posestructuralismo francés, este concepto tuvo entrada en los ochenta en la discusión arquitectónica internacional. En esa época, el concepto de “lo otro” había tenido un cierto auge, incluso en la arquitectura. No se refería al progreso y al futuro, sino a lo excluido, reprimido y desplazado sistemáticamente por la cultura. Aquí entraba en juego la tradición del concepto de lo excelso, y se recurría, incluso, a Heidegger y Adorno como fuentes de inspiración, siempre con un perceptible toque de crítica del sistema. Entretanto, en este campo también tuvo lugar una reforma monetaria, limitando la circulación a las monedas de menor cuantía. Y así, la gran diferencia ya no existe; cuando mucho, subsisten las pequeñas diferencias.

• Todas las tendencias hasta aquí expuestas desembocan en la renuncia a una fuerte salida a escena, al objeto espectacular y a lo que —haciendo referencia al museo de Gehry— denominamos el “efecto Bilbao”. Observamos una distancia crítica adoptada frente a la glorificación de la forma o frente a una acentuación excesiva de lo gráfico en la arquitectura. Una

arquitectura que va más allá de la forma busca la calidad de lo abierto, polivalente, cambiable, no establecido. La arquitectura como pieza de exposición está siendo sustituida por una especie de oferta estructural interactiva, que no funcionará tanto como joya aislada, sino solamente dentro de su contexto.

• Pero contrariamente al patetismo del gran evento, cultivado por Bernhard Tschumi, y en parte también por Rem Koolhaas, hoy ya no se espera que las estructuras abiertas produzcan milagros, ni tampoco se espera la aparición de algo nunca visto. Este nuevo enfoque abierto parte simplemente del entendimiento de que, más allá de las pasadas certezas y teorías sobre el futuro, la medida de lo que pueda determinarse claramente de antemano se ha reducido considerablemente en la actualidad. O. M. Ungers es seguramente uno de los representantes más distinguidos de una posición en la teoría arquitectónica que rechazaría radicalmente la apertura de la arquitectura a lo indefinible. Así, escribe: “La disolución, la transparencia, el caos y el cambio constante como proceso inmanente impiden […] todo principio de continuidad histórica. Cómo podrá entonces haber identidad, cuando ya no haya historia, cuando ya no quede sitio alguno.”3 Como es sabido, Ungers sostiene que la identidad confiable que él aspira a encontrar reside en el ideal platónico de una geometría desvinculada del tiempo.

De todas maneras, desde la óptica de una modernidad reflexiva (que según Ungers se estaría entregando a un desarraigo radical), podría afirmarse también que la eternidad ya es sólo una opción subjetiva, que ya no flexionamos nuestra rodilla pese a que, posiblemente, sintamos deseos de hacerlo ocasionalmente. Así, percibimos una especie de dolor fantasmal y metafísico.

El creciente desprendimiento de toda clase de compromisos, la constante dilución de todas las relaciones, el rápido desmoronamiento de certidumbres y fiabilidades, por no hablar de visiones del mundo y de los valores eternos, no solamente empujan al individuo así liberado, emancipado de todas las cadenas y ataduras, hacia una situación de gozo puro e ilimitado, sino también hacia los límites del precio excesivo, de la desorientación y del desamparo. La obligada reflexión permanente se transforma en una carga excesiva, en una amenaza y en un castigo. La luz radiante del desencantamiento total dibuja una sombra oscura, de vacío y hondura. Por eso no resulta sorprendente que se perciba por doquier el deseo de compensación, supresión e incluso de renovado encantamiento, aunque fuese simulado. Indudablemente, la arquitectura también está en condiciones de reactivar una y otra vez la apariencia de lo bueno de hoy o de lo bueno de ayer. Como dijera el filósofo Norbert Bolz: “Ser es estar excitado”,4 un pensamiento que podría completarse agregando: o bien, estar tranquilizado. Después de todo, estas estrategias posiblemente funcionen bastante bien. En la arquitectura, se está suscitando al respecto una tempestuosa controversia sobre formas tradicionalistas y el nuevo urbanismo. Posiblemente esta controversia sea ineludible y forme parte, prácticamente genuina, de la situación general de una modernidad reflexiva, que en su forma más pura probablemente no podría soportarse a sí misma. Como es natural, los “viejos modernos” niegan radicalmente que la modernidad ocasione pérdidas que posiblemente no logre mitigar con sus propios medios.

Helmut Willke recomienda la ironía como postura que posibilita, de alguna manera, consumir un principio activo tan fuerte como la reflexividad.5 Y ciertamente tendríamos que recurrir imperiosamente a la ironía si fuese cierto lo que Willke dice en otra parte: que en la era de la supuesta individualización, los individuos en realidad ya no cuentan.6 Con la disolución de

todos los vínculos sustanciales, el proceso de modernización despide al individuo hacia una individualidad que será ya muy difícil de localizar y fundamentar. No está muy claro de qué manera la arquitectura sería capaz de abordar tal dimensión, casi existencial, de la modernización social. Como se sabe, ya en los setenta Christian Norberg-Schulz utilizó en la reflexión sobre la arquitectura el concepto de “desamparo trascendental” (Georg Lukács) del sujeto, exigiendo un restablecimiento de la seguridad existencial mediante la integración del lugar en un contexto general verdaderamente cosmológico.7

En los sesenta, Aldo Rossi ya había hecho el intento de contrarrestar el desarraigo, la alienación del individuo y la pérdida de las tradiciones colectivas con el establecimiento tipológico de nuevas permanencias.

Ambas estrategias, la integración cosmológica y la retención constructiva de permanencias, no podrán actualizarse en nuestros tiempos sin más; en todo caso, no será posible hacerlo mientras se mantenga inquebrantable, sin reflexión, el enfoque de re-fundamentación y de re-tradicionalización perceptible en ambas teorías. ¿Qué significa esto, entonces? La ruptura reflexiva nos priva de la fe y de la confianza en que bajo las condiciones sociales del siglo xxi realmente podamos volver a trasladarnos, en términos ontológicos, a una integración con el universo o a la seguridad de los contextos históricos tradicionales. Por otra parte, una modernidad ilustrada sabe que no puede seguir malentendiendo la modernidad como desarrollo únicamente positivo. Deberá reconocer y tener en cuenta las ambivalencias, paradojas, rupturas pérdidas y “desanclajes” de toda clase que la modernidad genera sistemáticamente, y aprender a manejar adecuadamente estos costos de la modernización. La “vieja modernidad”, también en sus variantes dialécticas, tendía a desatender generosamente los costos del progreso, considerados precios inevitables de la mejora para toda la sociedad. El conocimiento actual de que la modernidad no es sólo una historia de éxito, sino también un proceso ambivalente y paradójico, prohíbe, por una parte, toda ficción de poder retirarse de la modernidad o de retornar a niveles de desarrollo histórico anteriores. Por otra parte, obliga a considerar la modernidad como un proceso integral, con inclusión de todos los “efectos secundarios”. Se comprueba, entonces, que para tratar estos “efectos secundarios” (o “sacrificios a la modernización”), ya no puede aplicarse sin más la clásica sabiduría de “la lanza, que hiriendo cura”. O dicho de otra manera: el remedio del desanclaje no siempre ayuda al desanclado a encontrar su sitio. Efectivamente, en muchos casos habrá que buscar métodos o terapias muy diferentes para el alivio o la compensación.

Es necesario aclarar que precisamente la demanda de estas terapias y compensaciones resulta del proceso de modernización, y no es, de por sí, no moderna, pre-moderna, retrógrada ni reaccionaria. Sólo lo es desde el punto de vista de quienes malentienden la modernidad como calle de sentido único y unidimensional, que conduce a un futuro cada vez más luminoso. De modo que cuando preguntamos qué significa “moderno” hoy en día, la respuesta no puede ser otra que una respuesta compleja.

No obstante, es más bien improbable que esta compleja estructura de la modernidad radical ya haya sido percibida de forma adecuada en la discusión arquitectónica contemporánea.

La idea dominante de la modernidad sigue siendo la de una modernidad convencional y unidimensional. Desde esta óptica, el proceso social se somete a una exploración permanente para detectar las últimas tendencias, con las que la arquitectura pretende enlazar de inmediato. Esta arquitectura de las tendencias teme, ininterrumpidamente, quedarse a la zaga de lo más nuevo. En una oportunidad, Rem Koolhaas ilustró este afán hablando de un “surfing en las primeras olas del desarrollo social”, olas o tendencias que frecuentemente se limitan a los desarrollos técnicos o a determinados fenómenos sociales. Así, por regla general, se obtiene una imagen de la sociedad actual sumamente incompleta, al acentuar excesivamente algunos fenómenos y al omitir con frecuencia las nuevas características decisivas, en términos sociológicos, de la cultura contemporánea; entre otras razones, porque no siempre se sitúan en el nivel de lo visible. Hoy en día ya no se puede contraponer simplemente una posición crítica de la arquitectura a tal posición afirmativa. El concepto tradicional de la crítica está ligado a la tradición de la vanguardia estética y a un tipo social del capitalismo industrial. Ambas hipótesis históricas han perdido vigencia. No obstante, no se debe abandonar completamente el concepto de la crítica; pero sí habrá que renovar su interpretación.

Al respecto, Roemer van Toorn, del Berlage Institute de Rotterdam, ha formulado las preguntas acertadas: “What should architecture do today and what shouldn’t it do? In other words: what it an architect in today’s society?”8_

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NOTAS:

1. Zaha Hadid y Patrick Schumacher, “Latente Utopien”, en el catálogo Latente Utopien. Experimente der Gegenwartsarchitektur, edición de Hadid y Schumacher, Viena-Nueva York, 2002, p. 4.

2. Anthony Giddens, Konsequenzen der Moderne, Francfort del Meno, 1996, pp. 33 y ss.

3. Oswald Mathias Ungers, “Die Frage nach der europäischen Architektur und ihrer Krise”,

en Josef Paul Kleihues, Stadt Bau Kunst, edición de P. Kahlfeldt, A. Lepik y H. Schätzke, Berlín, 2003, p. 140.

4. Norbert Bolz, “Über Konsumismus”, en Merkur, septiembre-octubre de 2003, núms. 653654, “Kapitalismus oder Barbarei?”, p. 969.

5. Helmut Willke, Dystopia, Francfort del Meno, 2002, p. 46.

6. Helmut Willke, Atopia, Francfort del Meno, 2001, p. 12.

7. Christian Norberg-Schulz, Genius loci, Milán, 1979.

8. Roemer van Toorn, Beyond Wonderland, Rotterdam, Berlage Institute, 2003, núms. 6-7,

p. 11.

Programa Teoría de la Arquitectura I

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Arquitectura

Taller Federico Mariscal

Programa del Seminario Teórico: Teoría de la Arquitectura I

Licenciatura en Arquitectura

Imparte: Mtra. en Arq. J. Marijke C. van Rosmalen Farías

Justificación.

Las ciudades no son entidades monolíticas, finalizadas de acuerdo a los hechos duros de la arquitectura, las tendencias demográficas o los modelos cartográficos. Las ciudades son conglomerados complejos de multiplicidades, sujetas a flujos de interacciones y eventos, producidas históricamente en condiciones particulares. La teoría proviene de nuestra mentalidad racional y occidental que busca fijar en unos cuantos preceptos la forma como deben hacerse las cosas. Sin embargo, la creciente aceptación de la complejidad en el pensamiento obliga a dejar de lado las teorías y a acercarse al fenómeno urbano arquitectónico desde puntos de vista en ocasiones encontrados. Basta con reflexionar un poco para percatarse de que a algo tan increíblemente inasible como lo es el fenómeno urbano arquitectónico en nuestros días, es prácticamente imposible aplicarle teorías. El problema aquí es si podemos hacer teorías de la arquitectura para fenómenos que cambian en un abrir y cerrar de ojos, y que, la mayoría de las veces, ni siquiera dependen de la arquitectura o de la planeación urbana. Sólo podemos interpretar y actuar, con la mejor de las intenciones, como surfers ante una ola.

El espacio arquitectónico, y por extensión urbano, analizado desde una dimensión, como propondría Michel Foucault, histórico política, es decir, como un fenómeno complejo, multidimensional, transdisciplinario, y no como un mero contenedor de cuerpos volumétricos, nos permitirá saber quiénes somos y para qué a partir de ese mismo espacio que hemos inventado y que, a su vez, nos ha inventado. Esta forma de concebir el espacio generará una problemática mucho mayor, enriquecedora e interesante que si sólo se transmiten las herramientas para seguir construyendo y repitiendo modelos sin cesar y sin pensar. Cuando hacemos propio este problema, cambia radicalmente la perspectiva que tenemos del mundo, de nosotros, de la profesión y de la ciudad. Espero que después de este curso, nada se vea como antes se veía.

Cabe dejar claro que en este curso se harán críticas profundas, filosóficas y complejas, y en ocasiones molestas, pero que, de comprenderse bien, contribuirán a la madurez y a la capacidad creativa de los participantes del mismo. No venimos a solaparnos y a inflar nuestro ego, venimos a crecer con todo lo que ello implique.

Objetivos pedagógicos del Seminario de Teoría de la Arquitectura I, según el Plan de Estudios ’99 de la Licenciatura en Arquitectura.

1. Comprender la teoría de la arquitectura y su relación con la epistemología como un proceso de producción del conocimiento que se da en el sujeto con respecto a su objeto de estudio: la producción arquitectónica.

2. Obtener, a través del conocimiento y la práctica de la teoría, la capacidad para comprender y valorar la arquitectura y con ello orientar su aprendizaje.

3. Aplicar la teoría del conocimiento en la comprensión de la arquitectura y de la producción arquitectónica, como resultado de la articulación de determinaciones culturales en un contexto concreto.

4. Lograr la comprensión del proceso creativo como la condición findamental que orienta la formación del arquitecto y su ejercicio profesional.

Objetivos particulares del Seminario

4. Conocer, por medio de la lectura de textos de filosofía, sociología, antropología, historia, literatura y arquitectura, algunos de los problemas del fenómeno urbano arquitectónico en la actualidad, tomando el caso de las megaciudades como la Ciudad de México como laboratorios urbano arquitectónicos.

5. Generar la capacidad de crítica y autocrítica tanto de nosotros como seres que habitan e inventan el espacio urbano arquitectónico, como de la profesión de la arquitectura y de los arquitectos, con la sola finalidad de percatarnos en dónde estamos parados y hacer frente a los embates que nos ponen a prueba, con un pensamiento crítico, creativo y propositivo.

6. Por otra parte, se busca que los alumnos de arquitectura creen un hábito en la lectura y en la escritura, tanto sobre arquitectura y urbanismo como sobre otros temas, para que, de forma creativa, se creen un concepto más amplio de lo que es el fenómeno urbano-arquitectónico, cuál es su contexto, sus problemas, su filosofía, su historicidad, y su interpretación tanto por parte de los especialistas como de los no especializados.

Temario

1. Introducción general al estudio de la arquitectura y su teoría

1.1. El problema de la teoría en nuestro mundo cambiante. (Lectura y discusión en clase de artículo de Ullrich Schwarz, “¿Qué es hoy “moderno’? La arquitectura en una sociedad radicalmente modernizada”, en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, núm. 85, 2004) (4 horas)

2. Necesidades y contexto.

2.1. El fenómeno urbano arquitectónico en nuestros días: La creación y concepción de la arquitectura y de la ciudad a partir de nuestra experimentación corporal. (¿Cómo experimentamos nuestro cuerpo? ¿Cómo experimentamos la ciudad y la arquitectura a través de nuestra concepción de éste?). Relación del cuerpo con la arquitectura. Percepción y experiencia del espacio; las percepciones sensoriales y la conciencia de sí. (Comentarios y análisis de fragmentos de Richard Sennett, Flesh and Stone. The Body and the City in Western Civilization, Nueva York, Norton & Co., 1994. (Trad. al español: Carne y piedra.) (4 horas)

2.2. Esbozo del nacimiento de la concepción occidental del espacio. (Lectura y análisis en clase de mi ensayo: “La hermenéutica y la invención del espacio urbano arquitectónico. De Hermes y Hestia al espacio chatarra y los no-lugares” (2007).) (4 horas)

3. Mercado profesional.

3.1. La problemática de la arquitectura como profesión en un mundo de lógica capitalista. (Lectura por parte de los alumnos y discusión en clase de Gilles Deleuze y Félix Guatarri, “Rizoma. Introducción a Mil mesetas”, en___ Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia, Barcelona, Ed. Pre-Textos, 1977) (4 horas)

3.2. La arquitectura como generadora de modelos sociales y relaciones de poder I. (Lectura por parte de los alumnos y análisis en clase de Michel Foucault, “El panoptismo”, en___, Vigilar y castigar. El nacimiento de la prisión, trad. Aurelio Garzón, México, Siglo XXI, 1976.) (4 horas)

4. La teoría y su enseñanza.

4.1. La arquitectura como generadora de modelos sociales y relaciones de poder II (Lectura y análisis en clase de Gilles Deleuze. “Postscriptum sobre las sociedades de control”, en____ Conversaciones, Barcelona, Ed. Pre-Textos.) (4 horas)

4.2. La arquitectura descarnada más allá de las teorías. (Lectura y análisis en clase de Rem Koolhaas, “Generic City” y “Junkspace”, en___ y Bruce Mau, SMLXL, Nueva York/ Rotterdam, 1995. (4 horas)

Total de horas de clase ante grupo: 28 horas (considerando que los semestres tienen en promedio 14 clases)

Procedimiento del curso

El curso se desarrollará a partir de la lectura en clase o por parte de los alumnos, de determinados textos que se expondrán y analizarán en clase, considerando siempre su pertinencia para la comprensión del fenómeno urbano arquitectónico. Las lecturas sugeridas en el temario no son estrictas, y pueden modificarse según el interés de los estudiantes.

La maestra expondrá el tema o hará alguna lectura comentada, y se dará espacio a su discusión. Es muy importante que cuando se deje una lectura, los estudiantes se comprometen a hacerla a conciencia, dado que la participación en clase es uno de los puntos más importantes de la evaluación final; de igual forma, habrá ocasiones en las que se hagan ejercicios escritos sobre las lecturas durante el tiempo de la clase, y si, por no haber leído, no se entregan ese mismo día, no se aceptarán después, lo que perjudicará la evaluación final.

La mayoría de las lecturas serán enviadas por correo electrónico, así como la entrega, por parte de los estudiantes, de sus trabajos y ejercicios, por lo que es primordial que abran una cuenta de correo electrónico, si no la tienen, y constantemente lo revisen. La dirección a la que enviarán sus trabajos y de la que recibirán lecturas, evaluaciones y avisos es:

teoria_arquitectura1@yahoo.com


Evaluación

Prohibiciones estrictas:

1. QUEDA ABSOLUTAMENTE PROHIBIDO FUMAR DURANTE LA CLASE. QUIEN SEA SORPRENDIDO FUMANDO TENDRÁ NA AUTOMÁTICO.

2. CUALQUIER TRABAJO QUE SEA “FUSILADO”, COPIADO O PLAGIADO, YA SEA DE INTERNET, LIBROS, REVISTAS, COMPAÑEROS, ETC., SE HARÁ ACREEDOR A UNA NA COMO EVALUACIÓN FINAL.

La evaluación se compondrá de los siguientes puntos:

- Asistencia y puntualidad (se pasará lista al azar en algún momento de cada clase).

- La participación pertinente en clase, la lectura de los textos asignados y el interés por los temas es de suma importancia para poder tener una evaluación satisfactoria.

- Elaboración de ejercicios de análisis y crítica sobre las lecturas tratadas en clase, ya sean orales o por escrito. Para estos últimos, se tomará en cuenta que presente buena ortografía, redacción y claridad. Los que no sean para entregar el mismo día, deberán enviarse al correo electrónico mencionado hasta las 12:00 de la noche de la fecha establecida: NO HAY PRÓRROGA.

- La evaluación final será la suma de las evaluaciones de los ejercicios mencionados con anterioridad, o la elaboración de un trabajo final que conjugue todo lo visto en clase aplicado a un problema particular.


Bibliografía

  1. Argan, Giulio Carlo, El concepto del espacio arquitectónico del Barroco a nuestros días, trad. Liliana Rainis, Buenos Aires, Ed. Nueva Visión, 1966.
  2. Augé, Marc, “De los lugares a los no lugares” en___, Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad, trad. Margarita Mizraji, Barcelona, Ed. Gedisa, 2000 (1ª ed. 1992).
  3. Benevolo, Leonardo, Historia de la arquitectura moderna, 5ª ed. ampliada, trad. Mariuccia Galfetti, Juan Díaz de Atauri, et al., Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1982.
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  22. Sennett, Richard, Flesh and Stone. The Body and the City in Western Civilization, Nueva York, Norton & Co., 1994. (Trad. al español: Carne y piedra.)
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  26. Zevi, Bruno, Saber ver la arquitectura, Barcelona, Poseidón, 1991.

Programa Introducción Histórico Crítica

Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Arquitectura

Taller Tres

Programa del Seminario Teórico: Introducción histórico-crítica

Licenciatura en Arquitectura

Imparte: Mtra. en Arq. Marijke van Rosmalen Farías

Tema del programa

La invención del espacio urbano arquitectónico y de sus habitantes.

Justificación

El espacio arquitectónico, y por extensión urbano, analizado desde una dimensión, como propondría Michel Foucault, histórico política, es decir, como un fenómeno complejo, multidimensional, transdisciplinario, y no como un mero contenedor de cuerpos volumétricos, nos permitirá saber quiénes somos y para qué a partir de ese mismo espacio que hemos inventado y que, a su vez, nos ha inventado. Esta forma de concebir el espacio generará una problemática mucho mayor, enriquecedora e interesante que si sólo se transmiten las herramientas para seguir construyendo y repitiendo modelos sin cesar y sin pensar. Cuando hacemos propio este problema, cambia radicalmente la perspectiva que tenemos del mundo, de nosotros, de la profesión y de la ciudad. Espero que después de este curso, nada se vea como antes se veía.

Cabe dejar claro que en este curso se harán críticas profundas, filosóficas y complejas, y en ocasiones molestas, pero que, de comprenderse bien, contribuirán a la madurez y a la capacidad creativa de los participantes del mismo. No venimos a solaparnos y a inflar nuestro ego, venimos a crecer con todo lo que ello implique.

Objetivos pedagógicos del Seminario de Introducción histórico-crítica, según el Plan de Estudios ’99 de la Licenciatura en Arquitectura.

Introducir al alumno en el estudio de la Historia como ciencia y en el conocimiento de la simplicaciones de la historicidad.

  1. Que el estudiante comprenda la importancia del estudio de la historia de la arquitectura.
  2. Que entienda la arquitectura como respuesta a las necesidades que se presentan dentro de un contexto económico, político, ideológico y cultural determinado.
  3. Que ubique las principales manifestaciones de la qrquitectura universal en el tiempo y en el espacio, con México como punto central de referencia.

Objetivos particulares del Seminario

4. Conocer, por medio de la lectura de algunos textos de filosofía, historia, literatura y arquitectura, algunos de los problemas del fenómeno urbano arquitectónico en la actualidad.

5. Generar la capacidad de crítica y autocrítica tanto de nosotros como seres que habitan el espacio urbano arquitectónico, como de la profesión de la arquitectura, con la sola finalidad de percatarnos en dónde estamos parados y hacer frente a los embates que nos ponen a prueba, con un pensamiento crítico, creativo y propositivo.

6. Por otra parte, se busca que los alumnos de arquitectura creen un hábito en la lectura y en la escritura, tanto sobre arquitectura y urbanismo como sobre otros temas, para que, de forma creativa, se creen un concepto más amplio de lo que es el fenómeno urbano-arquitectónico, cuál es su contexto, sus problemas, su historicidad, y su interpretación tanto por parte de los especialistas como de los no especializados. En breve, se trabajará la creatividad del alumno a la vez que hace un análisis histórico crítico del fenómeno urbano-arquitectónico.

Temario

1. Aproximación a la historia

1.1. El problema del espacio en Occidente. (Lectura y análisis en clase de mi ensayo: “Crystal Clear City of Glass. De la construcción invisible del imaginario urbano arquitectónico.” (2007).) (4 horas)

1.2. Esbozo del nacimiento de la concepción occidental del espacio. (Lectura y análisis en clase de mi ensayo: “La hermenéutica y la invención del espacio urbano arquitectónico. De Hermes y Hestia al espacio chatarra y los no-lugares” (2007).) (4 horas)

2. Los períodos históricos

2.1. La herencia de los cánones en la arquitectura y el problema de estos en el siglo XX. (Discusión en clase de José Ferrater Mora, "Filosofía y arquitectura", en Cuestiones disputadas. Ensayos de filosofía, Madrid, Revista de Occidente, 1955, pp. 43-59) (2 horas)

3. Determinantes históricas

3.1. El nacimiento de nuevos espacios urbano arquitectónicos a raíz de la “sobremodernidad”. (Lectura y análisis en clase de Marc Augé, “De los lugares a los no lugares” en___, Los no lugares. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad, trad. Margarita Mizraji, Barcelona, Ed. Gedisa, 2000.)(4 horas)

3.2. La arquitectura como generadora de modelos sociales y relaciones de poder I. (Lectura por parte de los alumnos y análisis en clase de Michel Foucault, “El panoptismo”, en___, Vigilar y castigar. El nacimiento de la prisión, trad. Aurelio Garzón, México, Siglo XXI, 1976.) (4 horas)

3.3. La arquitectura como generadora de modelos sociales y relaciones de poder II (Lectura y análisis en clase de Gilles Deleuze. “Postscriptum sobre las sociedades de control”, en____ Conversaciones, Barcelona, Ed. Pre-Textos.) (4 horas)

4. Ubicación cronotópica

4.1. La arquitectura descarnada de nuestros días. (Lectura y análisis en clase de Rem Koolhaas, “Generic City” y “ Junkspace”, en___ y Bruce Mau, SMLXL, Nueva York/ Rotterdam, 1995. (4 horas)

4.2. Heterotopías. (Lectura y análisis en clase de Michel Foucault, De los otros espacios.) (2 horas)

Total de horas de clase ante grupo: 28 horas aprox. (considerando que el semestre tiene en promedio 14 clases)

Procedimiento

El curso se desarrollará a partir de la lectura en clase, o en casa, de determinados textos que se expondrán y analizarán en clase, considerando siempre su pertinencia para la comprensión del fenómeno urbano arquitectónico. Las lecturas sugeridas en el temario no son estrictas, y pueden modificarse según el interés de los estudiantes.

La maestra expondrá el tema o hará alguna lectura comentada, y se dará espacio a su discusión. Es muy importante que si los estudiantes se comprometen a hacer una lectura en casa, vengan a la clase habiéndola leído, ya que habrá ocasiones en las que se hagan ejercicios escritos sobre las lecturas durante el tiempo de la clase, y si, por no haber leído, no se entregan ese mismo día, no se aceptarán después, lo que perjudica la evaluación final.

La mayoría de las lecturas serán enviadas por correo electrónico, así como la entrega, por parte de los estudiantes, de sus trabajos, por lo que es primordial que abran una cuenta de correo electrónico, si no la tienen, y constantemente lo revisen. La dirección a la que enviarán sus trabajos y de la que recibirán lecturas y evaluaciones es:

historia_arquitectura1@yahoo.com

Evaluación

Prohibiciones estrictas:

1. QUEDA ABSOLUTAMENTE PROHIBIDO FUMAR DURANTE LA CLASE. QUIEN SEA SORPRENDIDO FUMANDO TENDRÁ NA AUTOMÁTICO.

2. CUALQUIER TRABAJO QUE SEA “FUSILADO”, COPIADO O PLAGIADO, YA SEA DE INTERNET, LIBROS, REVISTAS, COMPAÑEROS, ETC., SE HARÁ ACREEDOR A UNA NA COMO EVALUACIÓN FINAL, SIN PIEDAD.

La evaluación se compondrá de los siguientes puntos:

- Asistencia y puntualidad (se pasará lista al azar en algún momento de cada clase).

- La participación en clase, la lectura de los textos asignados y el interés por los temas es de suma importancia para poder tener una evaluación satisfactoria.

- Elaboración de ejercicios de análisis y crítica sobre las lecturas tratadas en clase. En estos se tomará en cuenta la presentación: ortografía, redacción y claridad. Los que no sean para entregar el mismo día, deberán enviarse al correo electrónico mencionado hasta las 12:00 de la noche de la fecha establecida: NO HAY PRÓRROGA.

- La evaluación final será la suma de las evaluaciones de los ejercicios mencionados con anterioridad, o la elaboración de un trabajo final que conjugue todo lo visto en clase aplicado a un problema particular.

Bibliografía (la bibliografía de obras literarias se dará a lo largo del curso)

  1. Argan, Giulio Carlo, El concepto del espacio arquitectónico del Barroco a nuestros días, trad. Liliana Rainis, Buenos Aires, Ed. Nueva Visión, 1966.
  2. Banham, Reyner, Guía de la arquitectura moderna, trad. Esteban Rimbau, Barcelona, Ed. Blume, 1979.
  3. Baudelaire, Charles, Obras Selectas, trad. Enrique López Castellón, Madrid, Edimat, [2000].
  4. Benevolo, Leonardo, Historia de la arquitectura moderna, 5ª ed. ampliada, trad. Mariuccia Galfetti, Juan Díaz de Atauri, et al., Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1982.
  5. Benjamin, Walter, Paris, capitale du XIXe siècle, 1939, en www.uqac.uquebec.ca/zone30/Classiques_des_sciences_sociales/classiques/benjamin_walter/paris_capitale_19e_siecle/Benjamin_Paris_capitale
  6. Berman, Marshall, Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad, trad. Andrea Morales Vidal, 14 ed., México, Siglo XXI, 2003.
  7. Bozal, Valeriano (ed.), Historia de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas, 2 vols., 2ª ed., Madrid, Ed. Visor, 1999/2000, (Col. La Balsa de la Medusa, 80 y 81).
  8. Chueca Goitia, Fernando, Historia de la arquitectura occidental, Tomos I al X, Madrid, Dossat Bolsillo, 1979.
  9. Foucault, Michel, Vigilar y castigar. El nacimiento de la prisión, México, Siglo XXI. (Y otras obras de él)
  10. Frankl, W., Principios fundamentales de la historia de la arquitectura, Barcelona, Gustavo Gili, 1980.
  11. Fuente Ferrari, Enrique de la, La fundamentación y los problemas en la historia del arte, Madrid, Blass, 1951.
  12. Fusco, Renato de, Historia de la arquitectura contemporánea, trad. Fernando González González de Valderrama y Jorge Sainz, Barcelona, Ed. Blume, 1981.
  13. Fusco, Renato de, Historia y Estructura. Teoría de la historiografía, Madrid, A. Corazón, 1970.
  14. Gallion, Arthur B. y Simon Eisner, Urbanismo, planificación y diseño, trad. Francisco José Álvarez, México, Compañía Editorial Continental, 1959.
  15. Giedion, Sigfried, Space, Time and Architecture. The Growth of a New Tradition, Massachusetts, Harvard University Press, 1941.
  16. Hauser, Arnold, Introducción a la historia del arte, Madrid, Guadarrama, 1961.
  17. Hauser, Arnold, Teorías del arte, Madrid, Guadarrama, 1982.
  18. Lampugnani, V. M., ed., Enciclopedia GG de la arquitectura del siglo XX, trad. Santiago Castán, Barcelona, Ed. Gustavo Gili, 1989.
  19. Medel, Vicente, et al., Vocabulario arquitectónico ilustrado, México, Secretaría del Patrimonio Nacional, 1975.
  20. Patetta, Luciano, Historia de la arquitectura. Antología crítica, Madrid, H. Blume, 1984.
  21. Rasmussen, Steen Eiler, La experiencia de la arquitectura, trad. Carolina Ruiz, Barcelona, Ed. Reverté, 2004.
  22. Rosmalen Farías, Marijke van, Megalópolis esquizofrénicas. La invención del ciudadano… La invención del espacio urbano. (Tesis de Maestría, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional Autónoma de México, 2007)
  23. Rubert de Ventós, Xavier, La estética y sus herejías, Barcelona, Anagrama, 1980.
  24. Warnock, G.L., La filosofía de la percepción, México, FCE, 1974.
  25. Wolfflin, Heinrich, Conceptos fundamentales de la historia del arte, Madrid, Espasa Calpe, 1945.
  26. Worringer, Wilhelm, Abstracción y naturaleza, México, FCE, 1953.
  27. Zevi, Bruno, Saber ver la arquitectura, Barcelona, Poseidón, 1991.